Guía de Estudio 2
Teología Sistemática, Tomo III, Jesucristo y el Plan de Salvación por J. Oliver Buswell, Jr. 
Capítulos 2-3 

Preguntas de Repaso

Capítulo 2 

1. ¿Cuál es el punto de vista ortodoxo acerca de la persona y naturalezas de Cristo?

2. Describa el punto de vista de la herejía nestoriana acerca de Cristo.

3. Identifique la herejía que afirmaba la divinidad de Jesús, pero negaba completamente Su naturaleza humana, diciendo que solamente parecía ser humano.

4. Identifique la herejía que afirmaba la naturaleza humana de Jesús, pero minimizaba Su naturaleza divina.

5. Identifique la herejía que sostenía que Cristo era dos personas.

6. Explique la doctrina de la "tricotomía".

7. ¿En qué sentido tenía Jesús dos naturalezas?  

8. Según Buswell, ¿qué significa que Jesús fue tentado "en todo según nuestra semejanza"?  

9. ¿Cómo explica Buswell el pasaje en el que Jesús pide "que pase de mí esta copa"?

Capítulo 3 

1. Según el autor, ¿los credos más antiguos de la Iglesia eran explícitos acerca de la doctrina de la expiación? ¿Por qué?

2. Explique el error de la teoría patrística del rescate.

3. Según Anselmo, ¿por qué fue necesaria la muerte de Jesús?

4. ¿Qué decía Anselmo acerca de lo que Jesús tendría que haber hecho para salvar a los ángeles caídos?

5. ¿Qué es la teoría moral de la muerte de Cristo?

6. Describa el concepto "místico" de la salvación en Cristo.


NOTAS ADICIONALES

Aunque el texto de J. Oliver Buswell es excelente, y mayormente coincide con la doctrina evangélica tradicional, en algunos casos tiene un enfoque muy propio. En algunas lecciones, notaremos las opiniones de otros teólogos importantes, para que el alumno compare la doctrina de Buswell con el pensamiento de ellos. 


Nota: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?"

La interpretación de Buswell respecto a las palabras de Jesús: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?"  no es compartida por muchos teólogos evangélicos.

Para aportar a esta discusión, lea las siguientes citas de la Biblia, de catecismos, y teólogos:

Romanos 8.3

"Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne."

Isaías 53.4-5

"Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados."

El Catecismo de Heidelberg (pregunta 7)

 "…Durante el tiempo que vivió en la tierra, pero especialmente en el final de su vida, llevó en su alma la ira de Dios en contra del pecado de toda la raza humana". 

El Catecismo Menor de Westminster (Pregunta 27)

 "¿En qué consistió la humillación de Cristo? La humillación de Cristo consistió en haber nacido, y esto en una baja condición; sujeto a la ley, sufriendo las miserias de esta vida, la ira de Dios y la muerte maldita de la cruz; en haber sido sepultado y en haber permanecido bajo el dominio de la muerte por algún tiempo."

 Luis Berkhof

 "Hay que considerar la muerte de Cristo desde este punto de vista judicial. Dios impuso el castigo de la muerte sobre el Mediador, judicialmente, puesto que este decidió por su voluntad el pago de la pena por el pecado de la raza humana… Estuvo sometido no solo a la muerte física, sino también a la eterna, aunque esto lo sufrió intensiva y no extensivamente, cuando agonizó en el jardín y cuando clamó en la cruz: 'Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?' Durante un breve tiempo sufrió la ira infinita en contra del pecado hasta el final y salió victorioso. Esto fue posible únicamente a causa de su naturaleza extraordinaria.  No obstante en este punto debemos estar alerta contra un error. La muerte eterna en el caso de Cristo no consistió en una abrogación de la unión del Logos con la naturaleza humana, ni en que la naturaleza divina hubiera sido apartada de Dios, ni tampoco en que el Padre hubiera retirado su amor y beneplácito de la persona del Mediador.

"El Logos permaneció unido a la naturaleza humana aun cuando el cuerpo yacía en la tumba; la naturaleza divina no podía ser apartada de Dios; y la persona del Mediador estaba y continuaba siendo objeto del favor divino. La muerte eterna se dejó ver en la conciencia humana del Mediador como un sentimiento de abandono por parte de Dios. Esto implica que la naturaleza humana, por un momento, perdió el consuelo que debería derivar de su unión con el Logos divino y su amor, y se sintió dolorosamente consciente de la plenitud de la ira divina que estaba cayendo sobre Él. Pero no hubo desesperación, porque aun en la más negra hora, en tanto que exclamaba que estaba abandonado, dirigió su oración a Dios" (Teología Sistemática, T.E.L.L., Michigan, 1995, pp. 403-404).

 Guillermo Hendriksen (Comentario sobre Mateo 27.46)

 "Se ha preguntado: 'Pero ¿cómo podría Dios abandonar a Dios?' La respuesta debe ser que Dios el Padre abandonó al Hijo en cuanto a su naturaleza humana, y aun esto en un sentido limitado, aunque muy real y agonizante. El sentido no puede ser que hubo un tiempo en que Dios el Padre dejó de amar a su Hijo. Tampoco puede significar que el Hijo haya en alguna forma rechazado al Padre. ¡Lejos de ser así! Lo llamaba 'Dios mío, Dios mío'. Y por esa misma razón podemos estar seguros de que el Padre lo amaba tanto como siempre.

 "Entonces, ¿cómo podemos atribuir un significado razonable a esta expresión de profunda angustia? Quizás pueda ayudarnos una ilustración, aunque debemos añadir inmediatamente que ninguna analogía tomada de las cosas que suceden a los humanos en la tierra puede siquiera comenzar a hacer justicia a la experiencia única del Hijo de Dios. Sin embargo, la ilustración puede ser valiosa en cierto grado. Digamos que aquí hay un niño que está muy enfermo. Es todavía muy pequeño para entender por qué debe ir al hospital y sobre todo por qué mientras está allí, quizás en la unidad de cuidados intensivos, sus padres no pueden acompañarlo. Ellos lo aman tanto como antes. Pero puede haber momentos en que el niño extraña la presencia de su padre o su madre en tal forma que experimente una angustia profunda. Así también ocurre con el Mediador. Su alma se esfuerza por asirse de Aquel a quien llama 'Dios mío', pero su Dios no le responde. ¿No es exactamente esa la forma en que se interpreta el grito de agonía en el contexto del Salmo 22?" (Comentario del Nuevo Testamento, Exposición del Evangelio según San Mateo, Libros Desafío, Grand Rapids, Michigan, 1986, pp. 1019-1020)

 Juan Calvino (Buswell cita la primera mitad del párrafo. Aquí citamos la segunda mitad.)

 "Lo que afirmamos es que Cristo sufrió en sí mismo el gran peso de la ira de Dios, porque al ser herido y afligido por la mano divina experimentó todas las señales que Dios muestra cuando está airado y castiga. Por eso dice San Hilario, que con esta bajada a los infiernos hemos conseguido el beneficio de que la muerte se muera" (Institución de la Religión Cristiana, Nueva Creación, Buenos Aires, Argentina-Grand Rapids, Michigan, EE.UU., 1996, Libro II, cap. XVI, sección 11, p. 383.)

Última modificación: viernes, 12 de septiembre de 2014, 16:59