El obispo de Hipona (354-430 DC). Creía en las Escrituras como nuestra autoridad final en doctrina, y consideraba que los credos de la Iglesia eran resúmenes útiles de las enseñanzas de las Escrituras. Escribió acerca del Credo Niceno: Estas palabras que ustedes han escuchado están en las Escrituras Divinas dispersas por arriba y por abajo: por eso han sido reunidas y reducidas en una, para que la memoria de las personas lentas no se desespere; para que toda persona pueda ser capaz de decir y mantener lo que cree.